> La osa mayor menos dos. Por Miguel Marías

> Javier Cortijo en "Miradas para un nuevo milenio. Fragmentos para una historia futura del cine español". De Hilario Rodriguez

> Lucca Film Festival

> ABC. Por Javier Cortijo.

> La locura documentada. Ana Castaño. Miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis. Madrid.

> Abdelfatteh FAKHFAKH. Revista “Le Cinephile". Túnez.

> Humo huidizo sobre cielo azul. Javier Cortijo ABC

> Osos amorosos. Olmo. Precriticas.com

> Jara Yáñez. Cahiers du Cinema

> Alberto Úbeda. Público

> En las montañas de la locura. Sergi Sánchez. La Razón

> Sonsoles Rodríquez. EFE

> Ismael Marinero. Metrópolis. El Mundo

> Carnaval de dementes, por Javier Ocaña. El País

> La última balada de un francotirador, por Sara Brito. Público

> Reseña. Madrid 360. Abc

> Hay otros mundos pero están en este. Jose M. Robado. Fanzinedigital

> Fotografiando la locura. Guia del Ocio

> La Osa Mayor Menos Dos.
Por Veronica. Pochoclos.com



 
     
     
     

 

Ismael Marinero.
Metrópolis. El Mundo.

David Reznak, el fundador y director de “ La Enana Marrón ”, pequeña sala de cine madrileña que proyecta cine independiente, experimental e inédito de múltiples procedencias y géneros, se pasa por fin a la dirección de un largometraje en forma de documental. Durante año y medio Reznak visitó a decenas de enfermos del hospital psiquiátrico de Leganés, para captar sus sensaciones, vivencias y adelantos o crisis en sus tratamientos, “intentando desarrollar un lenguaje personal, a veces artesano, en contra de la superficialidad, el morbo y sensacionalismo que suele acompañar a esta temática” según palabras del propio director.

Rodada con cámaras de 16mm, que aportan una peculiar textura a la imagen, la película se centra en las unidades de residencia y rehabilitación, es decir, en los más ancianos del lugar, muchos de ellos desahuciados sin posibilidad de recuperar una vida normal, y en los más jóvenes, aquéllos que sueñan con volver lo antes posible a la sociedad que los ha expulsado. Reznak se muestra especialmente interesado en “legitimar el delirio”, y para ello acompaña el registro documental con imágenes simbólicas y oníricas, contrapunto necesario ante un panorama tan desolador.